Juan De Dios Jiménez, el capitán piloto del remolcador Tolú, que estaba a cargo de las barcazas a la deriva que se estrellaron contra uno de los pilotes del nuevo Puente Pumarejo sobre el Río Magdalena, negó cualquier tipo de responsabilidad en el hecho ocurrido el pasado 25 de octubre.

"No es irresponsabilidad mía, esas son situaciones que se presenta que sueltan las barcazas quién sabe quién y eso es lo que está en investigación", anotó en diálogo con Zona Cero.

Las 6 barcazas que remolcaban, según relató Jiménez, fueron dejadas debidamente aseguradas en un sitio conocido como la 'Canchera', donde pernoctaron desde la noche anterior esperando autorización de control de tráfico para navegar hacia el puerto de destino, que en este caso era el muelle de Compas, tras venir de Puerto Acapulco, César.

"Cuando nos autoriza el Control del Tráfico, con el respectivo número de maniobras,  zarpamos con dos barcazas dejando las 4 debidamente aseguradas;  eso siempre se ha hecho ahí", indicó.

Dijo que salieron normalmente e hicieron el cruce por el puente y estando allá en el sitio de destino, en el muelle Compas, haciendo la maniobra de atraque de las dos barcazas se enteran que dos vienen a la deriva.

El capitán naviero explicó que una vez les dieron aviso de la situación hicieron todos los procedimientos y que incluso otro remolcador de la empresa en la que trabajaba los ayudó.

"Hay manos criminales que soltaron las barcazas" porque "esperaron a que nos fuéramos". "Nosotros hacemos un amarre doble", anotó.

Contó que en el lugar del amarre no se deja vigilancia, debido a que en dos ocasiones se han presentado hurtos, por gente que llega armada en "embarcaciones Johnson".

Jiménez dijo que este hecho hizo que su relación laboral con la empresa naviera dueña de los remolques concluyera. 

Anotó que cuenta con una experiencia de 35 años en general como navegante fluvial; es capitán marítimo, costero y de bahía certificado por la Dimar y de piloto práctico fluvial de 15 años y el resto como capitán.